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Toma y dame

Informe Mensual – Octubre de 2023

En Octubre, Venezuela pasó a ubicarse en el Escenario Coleado, esto quiere decir que existió una mayor flexibilización de sanciones, a pesar que el oficialismo limitó la negociación de condiciones electorales con la oposición. El toma y dame del gobierno todavía no ha consolidado su victoria electoral, para que esto suceda es necesario que esta flexibilización impacte rápido en la economía real.

 


La política domina en el largo plazo

La formulación de escenarios de largo plazo en Venezuela está sujeta a la dinámica política del país, específicamente a la articulación y el potencial político tanto del gobierno como de la oposición.

Por ejemplo, eventos como el 11 de abril del 2002 tuvieron lugar porque el oficialismo se encontraba disperso mientras que la sociedad civil y los partidos opositores estaban articulados entre sí, con grupos y gobiernos del extranjero. Sin embargo, el oficialismo se reagrupó, mientras la coalición opositora descuidó su logro y el gobierno anterior volvió.

En la actualidad, con una oposición desarticulada, la alianza cívico-militar del oficialismo ha derivado en un Escenario de Autoritarismo Rentista de significativa estabilidad.

Sin embargo, los resultados de la elección primaria y las posteriores declaraciones de los líderes de los partidos opositores en respaldo de MCM puede introducir nuevos incentivos para que ambos bandos cierren filas y aumenten su articulación.

La identificación partidista es baja para ambos bandos, por lo que a medida que el apoyo de EE.UU. y la U.E. a la oposición no supere el que China, India, Irán y Rusia le brinda al gobierno de NM, y que el apoyo disperso de empresarios a algunos partidos y líderes de oposición no equilibre el peso de la alianza FANB-chavismo, difícilmente Venezuela pueda distanciarse del escenario en que se encuentra.

 

Entre lo económico y político: El mediano plazo

Asumir que la permanencia en el escenario de largo plazo implica una Venezuela inmóvil sería un error: Dentro del Escenario de Autoritarismo Rentista de largo plazo, pueden existir movimientos en los niveles de autoritarismo y de rentismo. En cuanto al nivel de autoritarismo, el país puede oscilar entre un autoritarismo tradicional, hasta la conformación de un Estado Comunal, para lo cual se han ido actualizando las Leyes del Poder Popular. En cuanto al rentismo, este puede acentuarse si el gobierno intenta rescatar la economía por la vía petrolera, o, más bien, el rentismo puede moderarse si el gobierno permite mayores grados de diversificación económica. 

Como se observa en el gráfico al hacer un zoom dentro del Escenario de Autoritarismo Rentista, la Venezuela actual se posiciona en un Modelo Ruso, en el cual prevalecen el autoritarismo con clientelismo rentista, Aunque existió una tendencia hacia una reducción del rentismo, que obedece más a la caída de los ingresos petroleros que a una significativa reestructuración de la economía que conlleve a la diversificación de nuestras exportaciones. En caso de que la diversificación de exportaciones siguiera creciendo, sin mayores cambios en el nivel de autoritarismo, Venezuela tendería a evolucionar hacia el escenario de Modelo Chino en el mediano plazo.

Pero esta tendencia podría revertirse en los próximos meses a causa de la flexibilización de las sanciones: en una Venezuela donde la política electoral prevalece sobre la económica, la posibilidad de obtener mayores ingresos por hidrocarburos genera incentivos para un retorno al rentismo con el que se pueda financiar la dinámica económica-electoral.

 

Venezuela en el 2023-2024

Al igual que sucede con el largo plazo, tampoco es válido asumir que el Modelo Ruso es estático, basta con observar el decepcionante desempeño económico reciente, así como la cercanía de las elecciones presidenciales en 2024. Ambas situaciones son clave en la formulación de los escenarios de corto plazo, a los que se le puede describir analizando las siguientes variables que nos permiten hacer un zoom dentro del Escenario Ruso:

  • El status de las sanciones económicas, es decir, si éstas se flexibilizan o no. A pesar de que existen muchas políticas económicas que puede aplicar el gobierno que no dependen de actores extranjeros, la flexibilización de las sanciones  aumentaría las posibilidades de un mejor desempeño económico, aunque a favor del rentismo petrolero, lo cual significa menos diversificación de exportaciones y menos pluralismo democrático.

El pasado 18 de octubre, la OFAC emitió una serie de licencias generales que autorizan las transacciones relacionadas a los sectores petrolero y gasífero venezolanos (incluidas las nuevas inversiones en el sector aurífero) con el BCV y el Banco de Venezuela durante seis meses, así como la comercialización de algunos bonos de PDVSA en el mercado secundario.

Por su parte, en octubre, algunos países europeos también presionaron a la U.E. para que se levanten las sanciones económicas a Venezuela, con un énfasis particular en los proyectos de explotación de gas. La decisión del parlamento europeo tendrá lugar el próximo 13 de noviembre.

Sin una resolución clara de la Guerra entre Rusia y Ucrania, a lo que ahora se suma la latente posibilidad que el conflicto entre Israel y Hamás escale a un conflicto regional, los hidrocarburos venezolanos se hacen muy atractivos, por lo que existen incentivos para un proceso de flexibilización de sanciones ampliado.

  • El potencial electoral del gobierno depende de que éste negocie o no condiciones electorales con la oposición, así como con actores externos de los bloques occidental y oriental. De estas condiciones dependen las exportaciones petroleras, en las que el gobierno parece tener puesta la mira para recuperar la economía sin entregar sus fuentes de poder (que deriva del rentismo).

Por ejemplo, la flexibilización de sanciones de octubre se produjo luego de que el gobierno y la oposición firmaran un acuerdo en Barbados, que tuvo como puntos centrales las obtención de las siguientes condiciones:

Pero tan importante como la firma de este acuerdo, fue la amplia victoria en las primarias de oposición de MCM (con aproximadamente el 92%, lo que supone un récord histórico en unas elecciones de Venezuela) con nivel de participación cercano al 14%, habiendo sido ambos resultados  previstos en el Clima de Opinión Pública de Escenarios Datanalisis entregado a nuestros suscriptores previo a las primaria.

El posterior proceso de judicialización de las primarias que resultó en la decisión del TSJ de dejarlas sin efectos supuso (1) una respuesta incoherente, en cuanto a que “los efectos” de esa elección no se pueden recoger: para que tenga sentido tildar de fraudulentas a las primarias hubiese sido necesario que dos o más candidatos obtuviesen resultados muy cercanos, lo que no tiene ninguna relación sentido con la aplastante victoria electoral de MCM; y (2) un claro retroceso en la negociación de condiciones electorales, que podría complicar la flexibilización de sanciones y debilitar el potencial electoral del gobierno.

Como anticipación a este debilitamiento, el oficialismo mantuvo su estrategia de recuperar su imagen pública a través de otros medios: este fue el caso de la liberación de algunos presos políticos, el énfasis en la disputa territorial con Guyana, y las declaraciones de Rafael Lacava, quien no tildó de fraudulentas a las primarias sino que señaló que estas elecciones responden a un sentido democrático de la oposición para resolver sus diferencias.

Al agregar los eventos de octubre, sintetizado en las variables antes descritas, Venezuela pasó a ubicarse en el Escenario Coleado.

Es decir, se observó una flexibilización de sanciones económicas, a la par que la negociación de condiciones electorales y el potencial electoral del gobierno aumentaron muy ligeramente, aunque siguen siendo bajas.

 

En síntesis…

Octubre fue un mes en el que la flexibilización de sanciones superó con creces a la negociación de ciertas condiciones electorales (que siguen siendo mínimas), lo que resulta en que las posibilidades de derrota electoral del oficialismo sean palpables.

Como se ha enfatizado en ediciones anteriores, el venezolano hace depender su voto de la sensación de bienestar o crisis, por lo que estas posibilidades de derrota electoral tienen sus raíces en la involución económica del 2023: Para este año, las estimaciones de Datanalisis apuntan a una decepcionante tasa de crecimiento del PIB del 2%, una alta e inestable tasa de inflación anualizada del 250%, una tasa de cambio de Bs./USD 50 para finales de año y una pérdida anualizada del poder adquisitivo del dólar en Venezuela de 36,53%.

Pero la flexibilización de sanciones ha hecho que el 2024 luzca un poco más alentador, ya que se estima un crecimiento económico del 8%, una alta pero menor inflación anualizada de 140%, una tasa de cambio de Bs./USD 90 para finales de año y una pérdida anualizada del poder adquisitivo del dólar en Venezuela de 27,66%. Y más aún, sin un desenlace claro de la guerra entre Rusia y Ucrania, el conflicto entre Israel y Hamás supone nuevas presiones para que Occidente amplíe su postura de flexibilización de sanciones, lo que nos condiciona a que solo podamos movernos entre el Escenario de Continuidad y el Escenario Coleado, por lo menos durante seis meses.

Mientras PDVSA pueda comercializar su crudo por canales regulares y sin descuento, y a medida que las trasnacionales que permanecen en el país puedan invertir en aumentar las capacidades de las empresas mixtas, el Estado contará con un mayor nivel de ingresos. Existe una alta probabilidad que este nuevo flujo de recursos se destine a ejecutar políticas que aumenten la popularidad de NM, además de financiar la campaña del oficialismo propiamente dicha, por lo que se podría esperar una mejora en la intención de voto por NM para 2024.

Sin embargo, esta mejora puede ser insuficiente y llegar demasiado tarde: Los resultados de la Encuesta Nacional Ómnibus de Datanalisis indican que si las elecciones se efectuasen el próximo domingo, NM sólo obtendría un 12,5% de los votos, mientras que Benjamín Rausseo recibiría 19% y MCM el 39,5%. 

En lugar de enfocarse en mejorar la economía, la estrategia que ha seguido el gobierno en los últimos meses ha sido la del caos electoral, apostándole a la abstención y a la división de candidatos de oposición. Pero la victoria de MCM pone en jaque a esta forma de accionar, y más aún, independientemente de una mejora económica de cara al próximo año, la brecha entre MCM y NM puede seguir ampliándose: Con lo aplastante que significa la victoria por aproximadamente el 90% y la posterior judicialización del proceso de primarias, el oficialismo se ha convertido en el principal publicista de MCM.

Por supuesto, el oficialismo puede aferrarse a la carta de la inhabilitación (que es lo más probable que termine sucediendo) y en última instancia hasta cancelar o posponer las elecciones presidenciales: Ante esta situación, la posibilidad de usar la disputa territorial con Guyana para declarar un Estado de Excepción se posiciona como una herramienta perfecta.

En cualquier caso, la posible derrota electoral del oficialismo no implica necesariamente un cambio de gobierno: Para que esto suceda, la dinámica política de Venezuela debe apuntar hacia el debilitamiento de la alianza cívico-militar y de su conexión con la ciudadanía  y, por otra parte, una oposición articulada entre sí y con la sociedad civil.