Clima de Opinión Pública – Agosto de 2022
La opinión pública respecto al país y la situación personal mejoró. La evaluación de los principales líderes políticos es congruente con la perspectiva positiva. Mejor para el PSUV y peor para la Oposición. Rafael Lacava suma puntos y Manuel Rosales avanza.
El siguiente análisis está basado en los datos de la Encuesta Ómnibus Nacional de Datanalisis realizada en julio de 2020.[1]
En la medida que avanza la recuperación económica, los indicadores de opinión pública siguen mejorando a favor del sector oficial. Es inútil negar el repunte económico porque, de no ser así, los indicadores que vamos a ver no mejorarían tan significativamente. Lo que le importa a los pueblos son condiciones de vida, no las ideologías.
La evaluación de la Situación País sigue en negativo, pero, en tres años, desde que el gobierno cambió las políticas económicas, ha mejorado en casi 40 puntos porcentuales.
La evaluación de la Situación Personal ha sido mucho más marcada. Hace tres años se encontraba en 15% positiva y hoy día se encuentra en casi 70%.
[1] Ficha Técnica: Encuesta Nacional, 800 entrevistas en hogares, muestreo multietápico estratificado por género, región, edades y estratos socio económicos.
La Evaluación de Gestión de los principales líderes nacionales de ambos bandos es coherente con la tendencia al mejoramiento de las Situaciones País y Personal: Las evaluaciones de los líderes del sector oficial siguen mejorando, al punto de ocupar los primeros lugares, como se observa en el gráfico a continuación.
El gráfico anterior proyecta tres mensajes adicionales: Rafael Lacava, actual gobernador del estado Carabobo, surge como cabeza de la mejor gestión (entre los líderes comparados), Manuel Rosales aparece a la cabeza de los opositores y los opositores siguen perdiendo atractivo.
Una de las consecuencias notables de estos primeros puntos de referencia es que la Identificación Partidista evoluciona positivamente para el PSUV y negativamente para los partidos de oposición. Estos últimos, sumados todos, se encuentran en el punto más bajo de los últimos 23 años.
En las movilizaciones electorales, es harto conocido que los partidos juegan un papel importante para la movilización de opiniones y luego de votantes, el día de las elecciones. Por lo que, si esta brecha se sigue abriendo a favor del sector oficial, las posibilidades de un triunfo electoral opositor se alejarían.
En esta misma dirección se alejan las expectativas de un cambio de gobierno.
Perspectivas de las Primarias de la Oposición
Cerca del 50% de los entrevistados se pronuncian a favor de la participación en las primarias de oposición “en cualquier escenario”. En cambio, un 22% cae en la auto trampa de condicionar su participación sólo si hay “condiciones electorales transparentes”.
Los candidatos preferidos en las primarias de oposición serían “los provenientes del sector empresarial, artistas, etc.” (37,3%), versus los provenientes de los “partidos tradicionales” (9,7%).
En cuanto a “quiénes deberían votar en las primarias de oposición”, 5/1 supera la posición de que participen “los simpatizantes o militantes de todos los partidos de oposición” versus “solamente los de los partidos tradicionales”.
Obviamente, es muy temprano para definirse por alguno de los posibles candidatos, de allí que un 71,3% de los entrevistados señalan que “no votarían por ninguno de los posibles candidatos, no sabe, no contesta.”
Obsérvese que esta pregunta “es abierta”, es decir, que las respuestas son espontáneas. De allí que es interesante notar que “Manuel Rosales”, el gobernador del estado Zulia, sea tanto el líder de oposición con mejor evaluación de gestión como el que mayor intención de votos registra en las eventuales primarias opositoras.
Elección del Candidato del Sector Oficial
El sector oficial no se ha manifestado en cuanto a la forma de elegir su candidato, sea por primarias, consenso interno, encuestas. En un primer sondeo sobre si dicho candidato debe seguir siendo NM u otro, los resultados de esta consulta fueron mayoritariamente a favor de que “NM debe darle el paso a otro compañero”.
Entre los que se manifiestan a favor de elegir un candidato distinto a NM, se destaca la preferencia por Rafael Lacava. Obsérvese que, al igual que entre los opositores, es el líder con mayor aprobación de gestión es el preferido como candidato de sus respectivos bandos. Por eso hemos planteado que el mejor predictor del voto es la evaluación de gestión.
Perspectivas Electorales 2024
En definitiva, la siguiente lámina muestra las preferencias electorales para una elección presidencial en 2024. Obsérvese algo muy importante: Se trata de respuestas espontáneas.
Si el gobierno quiere seguir aventajando a la oposición, necesita acelerar la recuperación económica, que es lo que le está dando la ventaja que tiene. Por el contrario, no le convendría enfocarse, como lo hizo en la elección del gobernador del estado Barinas, en apabullar a la oposición porque lo que logró fue irritar a los votantes e incrementar significativamente la ventaja del candidato opositor.
Si los opositores quisieran recuperar apoyo, no tienen que insistir en que el gobierno les dé mejores condiciones electorales porque esas no son las condiciones que el común espera de la oposición (“¿con qué se come eso?”). Lo que las mayorías esperan de la oposición es contacto personal, el acompañamiento de esos partidos para organizarse y conseguir apoyos de los entes de gobierno para mejorar sus condiciones de vida. En segundo lugar, esas mayorías que no se identifican con ningún partido, aspira que la oposición vaya unida y saben que el principal indicador de tal unión es que presente un solo candidato.
Es una conseja desorientadora plantear que, “como la oposición ganó la gobernación de Barinas, puede ganar cualquier cosa.” Esa conseja no tiene base. Barinas fue un “cisne negro” porque las condiciones que allí se dieron, de parte y parte, fueron totalmente extraordinarias: la oposición tuvo que presentar el cuarto candidato de su preferencia (luego no sería su mejor opción) y, sobre todo, los votantes convergieron a votar por un solo candidato opositor, ignorando figuras de talla, como Claudio Fermín. Esto es particularmente difícil que se repita. Por su parte, el comportamiento del gobierno fue uno de los más ventajistas e irritantes que ha desplegado en 23 años de elecciones. Que estas tres condiciones vuelvan a ocurrir es muy difícil.
Las anteriores consideraciones conducen a preguntarse “¿por qué el gobierno no está impulsando el regreso a las negociaciones con la oposición en México, para darle las mejores condiciones electorales a dicha oposición (lo cual no lo perjudica porque las condiciones clave las tiene que poner la oposición), lograr que EE.UU. flexibilice las sanciones, incrementar la inversión, producción y exportaciones petroleras para acelerar la recuperación económica y la ampliación de su ventaja electoral? ¿Qué parte de esta historia es la que no entendió? O ¿Qué es lo que el gobierno sabe que nosotros no sabemos?