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2022, en claves…

Resumen de la Economía – Diciembre de 2022

Se registra otro año de crecimiento económico, aunque con una desaceleración en el segundo semestre del año. ¿Qué ocurrió? ¿Qué políticas -o contradicción en políticas- ocasionaron la ralentización de la dinámica de crecimiento? 


 Producción y Precio del Petróleo

Según la OPEP, el precio de referencia del petróleo venezolano (Merey) se situó en USD 58,2/b, disminuyendo un -13,10% respecto a noviembre y aumentando un 6% en contraste a diciembre de 2021.

El 2022 se caracterizó por un aumento generalizado en el precio de la energía y el petróleo a nivel mundial. El shock positivo en los precios del petróleo se debió, fundamentalmente, al conflicto entre Rusia y Ucrania, iniciado a principios de año, alcanzando su auge en el bimestre marzo-abril. El petróleo venezolano se vió beneficiado por esta  coyuntura, alcanzando un promedio de USD 76.8/b en 2022, el más alto de los últimos cinco años. 

Sin embargo, el comportamiento del precio del Merey cambió drásticamente en el segundo semestre del año. En el gráfico anterior (línea roja), se aprecia que el precio del barril venezolano ha disminuído constantemente desde junio de 2022, hasta alcanzar el mínimo del año en diciembre. 

La producción petrolera venezolana alcanzó los 676 mil b/d en diciembre, registrando un aumento del 3,05% respecto a noviembre. Sin embargo, en comparación a diciembre de 2021 (718 mil b/d), la producción de diciembre de 2022 continúa con la tendencia negativa del mes pasado y se encuentra un -6% por debajo.

El balance de la producción petrolera en 2022 no ha sido positivo. A pesar de que el promedio de producción de 2022 (683 mil b/d) haya aumentado respecto a los niveles de 2020 (498 mil b/d) y 2021 (550 mil b/d), la meta de alcanzar el millón de b/d para fin de año, anunciada por NM a comienzos de 2022, no se cumplió; y permanece alejada dado el estancamiento actual alrededor de los 700 mil b/d. 

Las exportaciones petroleras venezolanas cayeron en 2022. Según Reuters, las exportaciones petroleras promediaron 615.540 b/d en 2022, una disminución del -2,5% respecto a 2021; situándose levemente por debajo del nivel registrado en 2020. La disminución de 2022 es atribuida a las interrupciones en operaciones por problemas de mantenimiento-infraestructura, las sanciones de EE.UU. y al aumento de la competencia por parte de Rusia en el mercado asiático, fundamentalmente en China.  

El gráfico anterior (línea azul) muestra las exportaciones venezolanas  desde 2016. De allí que, en seis años,  las exportaciones se han contraído en más de un -192% o a   ⅓ de lo que se exportaba en 2016.

Aunque se espera un aumento de las exportaciones petroleras en 2023, en unos 50.000 BD,  impulsado por la flexibilización de las sanciones a Chevron (y la posibilidad de ConocoPhillips, que ya estaría negociando con PDVSA y la OFAC una licencia para la venta de crudo venezolano en EE.UU.), es necesaria la inversión en mantenimiento de la infraestructura y la actualización tecnológica en la industria para ser más competitivos en los mercados internacionales. 

La situación del suministro de combustible parece haberse agravado a finales de año. El 2022 fue un año irregular en términos de este suministro, estando sujeto al intercambio de crudo venezolano por condensado iraní (diluyente). Según Reuters, la escasez de combustible estaría vigente en diciembre, a pesar de que la importación de derivados del petróleo (78.170 b/d), dirigidos a la refinación de combustible se haya triplicado respecto a 2021. La incapacidad de refinación de la industria ocasionó una dependencia en el mercado venezolano a la llegada de los buques que transportan el condensado iraní, por lo que retrasos en la entrega de diluyente ocasionaron escasez en algunos meses del año. Asimismo, la falla en los servicios públicos (sobre todo del sistema eléctrico) acentuaron dicha situación en 2022. 

Recomendación en Política Pública: Acelerar las negociaciones con la oposición para acelerar la flexibilización de las sanciones. Reformar la Ley de Hidrocarburos.


Producto Interno Bruto (PIB)

Según el BCV, durante el período enero-septiembre, la economía creció en 17,73%. Al compararse con el Índice de Actividad Económica del OVF, por ejemplo, las cifras del BCV son, en promedio, más optimistas en casi un 2%. 

Sin embargo, pareciera que se sobredimensionan las cifras del crecimiento real de la economía venezolana. El siguiente gráfico muestra la evolución del Índice de Actividad Económica del OVF desde el 2010. 

Llama la atención el contraste entre la impresión que causa el “gran” aumento del 17,7%, mientras que, en realidad, es un crecimiento del 17,7% de una economía que representa un 27% de la economía de 2014. Es decir, un crecimiento relativo de apenas un 5% (de 27% a 32%) respecto al nivel del PIB en 2014. De mantener una tasa de crecimiento del 20%, nos tomaría al menos 9 años llegar al pico de 2013.

Una buena parte del 2022 destacó la actividad petrolera sobre la no petrolera: la primera registró un crecimiento del 27,09%, sobre un aumento en menos del 15% en la actividad no petrolera. No obstante, destaca el 15% de crecimiento del PIB no petrolero, potenciado por el incremento en la diversificación de las exportaciones venezolanas: camarones, ganado, confitería, harina precocida, ron, cacao, chocolate,, alimentos balanceados para mascotas, cangrejo azul, etc… 

Bajo el enfoque de la oferta y demanda agregada, se observa que los niveles de consumo, inversión pública y privada y gasto público experimentaron una disminución durante el tercer trimestre de 2022, es decir, en el momento que tuvo lugar la primera sacudida cambiaria del año. De hecho, durante los últimos 9 años, existió una relación negativa entre los niveles de producción y la volatilidad cambiaria (-35%). 

La desaceleración del crecimiento económico en el tercer trimestre -y la esperada en el cuarto trimestre del año, aún no anunciada ni por el OVF ni el BCV- tiene una explicación en el cambio de políticas del Ejecutivo entre abril y agosto. Entre estas, el intento extemporáneo de desdolarización, con la implementación del IGTF en abril de 2022; las devaluaciones abruptas del tipo de cambio (desliz de agosto); la brecha cambiaria entre el dólar oficial y paralelo; la inflación, in crescendo durante el año; y el aumento de impuestos, tasas, precios y tarifas del gobierno y municipal fiscal y tributaria al empresariado (ver sección de implicaciones de 2022). 

A pesar de que el crecimiento es observado en la mayoría de los sectores, excepto el petrolero y muy poco en la construcción, las políticas económicas presentan contradicciones al volver al control de precios, desdolarización y aumentos de impuestos, tasas y tarifas. Estas contradicciones hacen difícil estimar el comportamiento del PIB en 2023. 


Liquidez Monetaria (M2)

Según el BCV, la liquidez monetaria se situó en 18,89 millardos de bolívares digitales durante diciembre de 2022, aumentando un 3,58% respecto a noviembre y un 349,1% en contraste con diciembre del 2021.

Diciembre fue el único mes del trimestre pasado en que los aumentos de la liquidez no superaron la brecha del 20%, mostrando una pequeña mesura monetaria en relación a octubre y noviembre de 2022. Esta mesura relativa se refuerza al considerar que el aumento en la liquidez mensual durante el mes pasado fue casi un cuarto del promedio de 2022 (12,5%).

Sin embargo, sería un error extrapolar el comportamiento del cierre del 2022 para entender  todo el año: En términos absolutos, la liquidez monetaria creció en más de 14 millardos de bolívares digitales durante 2022, es decir, más del 75% de los saldos disponibles fueron creados durante los últimos 12 meses.

Además, aunque la tasa anual de crecimiento de la liquidez ha ido decayendo en los últimos años, está sigue estando sobre el orden del 300%, y su disminución ha obedecido más a la estrategia antiinflacionaria de contracción del crédito (que, como se confirma más adelante, deja evidencias que está agotada), que a un comportamiento monetario disciplinado.

Recomendación en política pública: La estrategia antiinflacionaria de contracción del crédito fue perdiendo poder a medida que transcurría el año pasado, se mostró incapaz tanto de llevar la tasa de inflación anual a dos dígitos como de ser resiliente ante choques del mercado cambiario (como se observó en agosto, noviembre y diciembre). Se recomienda redireccionar esta estrategia hacia la promoción de la economía real, vía aumentos en los niveles de créditos otorgados.

En febrero de 2022, tras reducir el encaje legal a 73%, la intermediación crediticia real experimentó una mejora que coincidió simultáneamente con las mayores tasas de crecimiento productivas de los últimos tiempos, y con una menor inflación mensual. Esto indica que un crecimiento real, sostenido y sin desequilibrios monetarios de la economía venezolana, pasa por darle  oxígeno al sector bancario nacional, reduciendo aún más el encaje legal para incentivar la inversión en el país.

Evitar financiar el déficit fiscal con dinero sin respaldo, lo cual incrementaría la inflación y la devaluación. Financiar los aumentos de sueldos públicos con privatizaciones de las empresas del Estado.


Inflación

Según el OVF, la inflación de diciembre se situó en 37,2%, acumulando un 305,7% desde enero de 2022. A la fecha, el BCV no ha publicado cifras de inflación para el mes de noviembre ni de diciembre.

 

Destaca que en el último mes se alcanzó el máximo anual, superando la marca de noviembre (hasta entonces, la más elevada) en más de 15 puntos porcentuales. El rubro de educación fue el que experimentó un mayor crecimiento en los precios durante 2022 (703,44%); mientras que el de servicios tuvo la menor inflación de los últimos meses (207,31%).

Sin embargo lo que más resalta de la inflación en 2022 no fue su situación final, sino su dinámica: un año que comenzó con expectativas optimistas, terminó con la amenaza de una nueva explosión del ciclo hiperinflacionario. En enero, Venezuela entró en una fase de desinflación del ciclo hiperinflacionario; sin embargo, algunos factores posteriores hicieron que el decrecimiento en los precios se estancara. 

El primero de estos factores ocurrió a finales de marzo con la implementación del IGTF, un impuesto recesivo que dinamitó a una de las fuentes del buen desempeño inflacionario hasta entonces y que cimentaba las bases de sus expectativas optimistas: la dolarización. 

La experiencia latinoamericana nos dice que la desdolarización puede  ser llevada a cabo después de estabilizar la inflación, no antes, como sucedió con el IGTF. Desde hacía algunos años, la dolarización transaccional fue una vía de escape ante la desconfianza que suscita el bolívar, pero al castigarla, el IGTF cerró esta vía.

Un segundo factor a señalar fueron las reacciones inflacionarias a las sacudidas cambiarias: en situaciones de incertidumbre generalizada, y dentro de un mercado cambiario deficiente como el venezolano, la vía de ahorro para muchas personas termina siendo, paradójicamente, el consumo, y como una mayor demanda implica mayores precios, las sacudidas cambiarias terminan generando presiones inflacionarias. No es por simple coincidencia que los tres meses con tasas de inflación más elevadas (agosto, noviembre y diciembre), fueran los meses de más incertidumbre en términos de volatilidad cambiaria. 

El último factor a destacar, que se hizo evidente a finales de año, fue la dominancia fiscal sobre las variables monetarias. Durante el bimestre octubre-noviembre, el crecimiento del señoreaje fue, en promedio, del 86%; mientras que el aumento en la monetización del déficit de empresas públicas superó la marca del 20%.

Estos datos se hacen preocupantes al considerar que la última vez en que el ciclo hiperinflacionario amenazó a la economía del país, la misma estuvo relacionada con aumentos en el señoreaje (56%) y  la monetización de la situación deficitaria del sector público (66%).

Recomendación a la empresa: Se sugiere a las empresas ajustar su estructura de costos y márgenes de ganancia bajo la premisa de que la inflación puede aumentar. También, se sugiere hacer seguimiento estrecho a la evolución del Tipo de Cambio, intentando anticiparse a subidas repentinas o brechas muy pronunciadas entre las referencias oficiales y paralelas del país (información que tendrán mejorada y disponible en nuestra  actualización del Tablero Cambiario de Escenarios Datanalisis). 

Recomendación en política pública: Tres recomendaciones salen a la luz: (i) promover el uso del bolívar a través de la confianza, y no en el castigo hacia las rutas de escape; es decir, remover el IGTF y soportar el valor de la moneda nacional con la producción; (ii) reconfigurar el sistema cambiario, y apostar por un régimen que no favorezca la sobrevaluación, ni por consiguiente, que genere sacudidas cambiarias, la aplicación del  crawling peg se posiciona como una estrategia acertada en este contexto; y (iii) iniciar un proceso de privatizaciones que reduzca la porción del sector público a ser financiada por emisión del BCV. La combinación de estas tres recomendaciones puede ser sumamente provechosa para impulsar a la oferta nacional, al mismo tiempo que se consolida la estabilización inflacionaria.


Tipos de Cambio

El tipo de cambio oficial (BCV) se situó en 17,49 Bs./USD en diciembre, aumentando un 57,87% respecto a noviembre de 2022. El tipo de cambio paralelo alcanzó los 18,55 Bs./USD, aumentando un 42,15% en contraste al mes anterior. El bolívar oficial registró la mayor pérdida de valor (depreciación) de todo el año; de hecho, desde enero de 2021 que no se observaba una depreciación superior al 50%. 

Considerando el 17 de enero de 2023, las tasas oficiales y paralelas han variado, respectivamente, en un 14,18% y 19,68%. Es decir, el bolívar continúa perdiendo valor en  2023.

La devaluación del bolívar en diciembre fue superior a la inflación de este mes, generando un ligero incremento en la capacidad de compra del dólar.

El poder adquisitivo del dólar, desde febrero de 2019 (fecha de implementación del cambio en las políticas económicas), estaría alrededor del 22,4% en diciembre de 2022. Es decir, lo que se compraba en febrero de 2019 con USD 100, en diciembre de 2022 se necesitarían USD 177,6. Para corregir la pérdida de poder adquisitivo que se acumula desde febrero de 2019, el tipo de cambio debería ubicarse alrededor de los 83 Bs./USD. 

Sin embargo, analizando la dinámica del poder adquisitivo del dólar en Venezuela sólo en 2022, se observa un resultado positivo. El siguiente gráfico muestra la evolución del poder adquisitivo del dólar en los años 2019, 2020, 2021 y 2022. 

Implicaciones Estratégicas / Tipo de Cambio

Mercado cambiario: La depreciación del bolívar paralelo en noviembre (42,15%) resultó superior a la inflación estimada por el OVF (37,2%). 

Recomendación a la empresa: Se recomienda a las empresas que apunten a la dolarización del 100% de sus ventas y cobranzas  para beneficiarse por la devaluación de la moneda se debe tener presente que otra devaluación es inevitable, considerando que el precio de equilibrio del dólar ronda los 83 Bs. 

Recomendación en política pública: Se sugiere apostar por la devaluación progresiva y moderada de la moneda: crawling peg. Además, se sugiere al Ejecutivo desistir en su intento de “fortalecer” artificialmente el bolívar mediante la quema de divisas y la aplicación del IGTF. 


Reservas Internacionales

Según el BCV, 2022 cerró con un nivel de reservas internacionales de USD 9.924 millones, disminuyendo un -0,24% (USD 24 millones) respecto a noviembre y un -9,1% (USD 993 millones) con comparación a diciembre de 2021. Sustrayendo los Derechos Especiales de Giro (DEG) que el BCV se auto-adjudicó en 2021, las reservas internacionales disponibles del mes pasado se situaron en USD 4.780 millones. 

Al considerar el nivel de reservas internacionales para el 15 de enero de 2022, estas han aumentado un 0,73% (USD 49 millones) respecto al cierre de diciembre.

Con la excepción del mes de enero, 2022 fue un año de tendencia negativa en las reservas internacionales, es decir, de pérdidas consecutivas: tales pérdidas promediaron USD 96 millones si se observa mes-a-mes, pero en términos interanuales alcanzó un promedio mensual de USD 801 millones. También se destaca que, desde noviembre, la tendencia cambió ligeramente, ya que el BCV comenzó a perder menos reservas, siendo diciembre el mes en que menos disminuyeron.

Por otro lado, la única tendencia creciente que se registró para este rubro durante 2022 fue la de intervenciones cambiarias: de acuerdo con Aristimuño Herrera & Asociados, en 81 intervenciones, el BCV inyectó más de USD 5.000 millones al mercado cambiario durante el año pasado, estando estas más concentradas en los meses de agosto, noviembre y diciembre, es decir, en los momentos de mayor presión en el mercado cambiario. Lo anterior se traduce a que una parte de la pérdida en las reservas internacionales coincidió con la estrategia del BCV por controlar artificialmente la tasa de cambio nominal. 

Implicaciones estratégicas 2022

AUMENTO DE TRIBUTOS: Los tributos fiscales nacionales y municipales aumentaron en 2022, hasta el punto que algunas empresas estarían asumiendo hasta un 40% de tasa impositiva. 

Recomendación a la empresa: Cabildear por la ejecución y puesta en marcha de la Ley de Armonización de Tributos, que busca homogeneizar tasas municipales y procesos y reducir las doble cargas tributarias. 

Recomendación en política pública: Desistir del intento de “cobrar mucho a pocos” y ajustar las políticas económicas para impulsar la oferta y la producción, generando empleo, y poder “cobrar poco a muchos”; que es el único ciclo virtuoso posible cuando se trata de políticas recesivas como los impuestos. Según la III Encuesta Multisectorial Empresarial de Escenarios Datanalisis, los tributos fiscales y municipales son el principal factor de entorpecimiento de la marcha de las empresas.

DESDOLARIZACIÓN EXTEMPORÁNEA: La aplicación del IGTF en abril de 2022, en un intento de incentivar el uso del bolívar, encareció hasta en un 15% el precio de bienes finales cuyos costos de producción son necesariamente en dólares. 

Recomendación a la empresa: Cabildear por la ejecución y puesta en marcha de la Ley de Armonización de Tributos, que busca homogeneizar tasas municipales y procesos y reducir las doble cargas tributarias. 

Recomendación en política pública: Desistir del intento de “cobrar mucho a pocos” y ajustar las políticas económicas para impulsar la oferta y la producción, generando empleo, y poder “cobrar poco a muchos”; que es el único ciclo virtuoso posible cuando se trata de políticas recesivas como los impuestos. 

ESTANCAMIENTO PETROLERO: A pesar de la coyuntura positiva en términos de precios del barril en el primer semestre del año, la producción se mantuvo estancada alrededor de los 700 mil b/d. 

Recomendación a la empresa: Las empresas que puedan ofrecer sus servicios para la mejora y modernización de la infraestructura petrolera, esta puede ser una buena oportunidad para obtener contratos.

Recomendación en política pública: Invertir en la innovación tecnológica y modernización de la industria. Acelerar, simultáneamente, considerando que la vigencia del petróleo como principal fuente de energía cada vez es menor, la diversificación de las exportaciones y la economía.  

ESTANCAMIENTO DEL CRÉDITO: Los altos encajes y las trabas a los préstamos en divisas han estancado el crédito y la inversión.

Recomendación a la empresa: Hacer estrecho seguimiento a los Flujos de Caja, la principal fuente de financiamiento mencionada por las empresas en la IV Encuesta Multisectorial Empresarial de Escenarios Datanalisis. 

También, buscar alternativas de financiamiento privado (fondos de inversión y empresas mediadoras) que están apareciendo en el mercado venezolano. 

Recomendación en política pública: Reducir el encaje legal y continuar con la iniciativa  de aumentar el financiamiento en divisas mediante la ampliación del uso de los depósitos en cuentas custodia hasta un  30% dirigido a créditos bancarios.